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dimecres, 7 de desembre del 2016

Vuelve el informe PISA


Ya tenemos aquí los resultados del informe PISA. De nuevo, empieza la dualidad de los elogios y las escabechinas para los malos y buenos países. 


Este informe, según nos dicen pretende ser un análisis del rendimiento de estudiantes y la medición de "la capacidad de interesarse e implicarse en temas científicos e ideas sobre ciencia como ciudadano consciente y reflexivo",

Nada más lejos de la realidad, este informe está generando una competitividad entre países para ver quien se lleva la medalla de oro, plata y bronce. Así, la educación (descriptiva) se valora des de configuraciones científicas (prescriptivas) que más bien nos dicen poco de la realidad de cada país. Y aun menos del estado de su modelo pedagógico. Esta lucha por los primeros puestos está generando políticas enfocadas a concebir buenos resultados, lo cual nos lleva al sinónimo de políticas educativas neoliberales. 


Individualismo, aprendizaje porque si, competencia directa, consecución de buenos resultados… más y más valores para perpetuar el sistema. El informe PISA se está convirtiendo en la maza perfecta para aplicar estas medidas y seguir mudando la educación hacia las pedagogías del mercado. 


Otro dato curioso, que ya mencioné en un artículo anterior, es que algunos países asiáticos que utilizan métodos de violencia educativa (hacer exámenes hasta aprobar, estudiar 12 horas, no ir a dormir hasta acabar las tareas, etc.) están en los primeros puestos. 

Por otro lado, leyendo los resultados de este informe me cuestiono en qué lugar queda la empatía, el pensamiento crítico, la interacción con lo social y comunitario, la asertividad, la gestión emocional, la consciencia corporal, la aceptación de la diferencia, la capacidad de elección, el apoyo mutuo… ¿done están todas esas competencias que nos acercan como personas, que no nos hacen competir y que nos dicen mucho sobre el estado de los alumnos respecto al modelo educativo que reciben? Todas esas cosas impalpables pero importantes, esas cualidades que si no se fomentan y se respetan acaban repercutiendo en un futuro mecanizado y acrítico. 

Por esto, creo que el informe PISA no representa la fotografía de la situación pedagógica. Solo muestra lo que a este sistema le interesa mostrar y en consecuencia mejorar.