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dimecres, 26 de febrer del 2014

Educar con la información



Recientemente se ha escuchado la noticia de que WhatsApp ofrecerá llamadas de voz gratuitas. Esta noticia podría parecer muy gratificante si no fuéramos más allá de la cuestión. Posteriormente del bombazo, una agencia de protección de datos alemana, ha notificado que WhatsApp no tiene ninguna legislación interna en cuanto al amparo de la información que se pueda acumular en una cuenta. Esto nos deja desprotegidos ante la ley si intentáramos defender nuestro derecho a la privacidad. Después de todo el revuelo mediático y político que han generado las escuchas ilegales de la CIA, esto puede ser una puerta abierta que nos deja sometidos a ser investigados de manera legal y sin que nadie lo cuestione. Y más preocupante es la situación cuando las dos plataformas de comunicación más grandes, WhatsApp y Facebook, se unen; quedando unificada nuestra información personal y social bajo una misma tutela. Todo esto simboliza dos valores predominantes en la postmodernidad, la gratuidad y la instantaneidad de los elementos. Lo queremos todo gratis y ahora, pero a cualquier precio. Da igual si nuestra información es utilizada con fines comerciales, políticos o jurídicos. Vedemos nuestra privacidad por lo momentáneo y gratuito. Alguien dijo que la información es poder, así que la disputa surge en ver quién puede controlar más plataformas que acumulen información personal. En ello están Google, Facebook y demás. La tecnología avanza irremediablemente y sucumbimos acríticamente a su progreso.

Debido a la polémica surgida por el reportaje sobre el 23F de Jordi Évole, quería reflexionar también en la facilidad que tienen los medios para manipular la información. Pueden vendernos cualquier cosa o producto, pero cuando hablamos de cuestiones políticas, sociales o ideológicas entramos en temas pantanosos. Solo hay que entender que según el telediario, periódico o radio que escuches, obtendrás una realidad distinta de la situación del país, comunidad o pueblo. Este concepto es comprensible des de la perspectiva relativista, donde nada es seguro y verídico por sí solo, sino que  cada persona genera sus verdades personales. Así creo que no deberíamos tomar ningún concepto como cierto, y utilizar el pensamiento crítico para manejarnos con cautela por este océano informativo marcado por las nuevas tecnologías. En cuanto a la educación, pienso que huir de los paradigmas dogmaticos que ofrece la pedagogía tradicional nos ayudara en este proceso. Ser crítico con la educación actual, y sus reformas, es relativamente fácil e incluso posee un punto de paternalismo; por eso creo que hay que ir más allá y proponer sistemas alternativos alejados y opuestos a nivel metodológico y teórico, de todo lo establecido. El objetivo de esto no es instaurar estos sistemas como dogmas a seguir, sino que se pretende hacernos fuertes en nuestro día a día con las relaciones, con la posición que adoptamos como “educadores” y aportando una mirada basada en el respeto y en el acompañamiento de los educandos.
Actualmente hay proyectos que se están consolidando poco a poco demostrando que al menos la educación libre es una propuesta real y valida, igual que todas las demás.

2 comentaris:

  1. Totalmente de acuerdo. Otros modelos más flexibles, dinámicos y actuales seguro que nos ofrecerían mejores rendimientos. Poco a poco...
    Felicidades por el blog!
    Un saludo!

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  2. Gracias a ti por leer y participar!
    Celebro que te guste, un abrazo!

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